La primera movilización binacional en la historia de Costa Rica fue un éxito. Pese a la lluvia, unas 200 personas, incluyendo hombres y mujeres, niños y niñas, tic@s y nicas, tod@s mezclad@s, se mantuvieron con sus pancartas, coreando sus consignas: ¡no a los desalojos, sí a la vivienda!
Tenía curiosidad por saber cuánta conciencia tenían l@s migrantes de las movilizaciones de en Estados Unidos. La respuesta llegó pronto. Como a las 10:45 a.m. se regó la bola de que alguien de Casa Presidencial había dicho que no habrían más desalojos durante este gobierno, es decir, hasta el 8 de mayo. De inmediato hubo júbilo, vi muchas caras emocionadas y escuché muchas voces que se unieron en una sola al grito: ¡Sí se puede! ¡Sí se puede!, que no es otra que la principal consigna de las movilizaciones migrantes en Estados Unidos. Poco después se confimó oficialmente la información de que no habrían más desalojos.
Hermoso mensaje
Al final, Gerardo, coordinador de la Confederación Solidaridad que representa a la comunidad de la Candela, emocionado dio un mensaje en el que hacía conciente que el éxito fue posible por la movilización y organización de la gente, recordaba que era una primera actividad de muchas que hay que hacer para mejorar las condiciones de las personas que viven en precarios y la situación de las personas migrantes. Señaló que el gobierno de Nicaragua debe bajar los costos para obtener los documentos de identidad de la población migrante. Reivindicó la hermandad entre nicas y tic@s y la participación ecuménica de diversas iglesias que habían apoyado la lucha. Además, nos recordó que esta fecha coincidía con el fin de la persecución nazi al pueblo judío y también reivindicó que con esa marcha se le había asestado un fuerte golpe a la xenofobia en nuestro país.
La Pastoral Social de la Iglesia Católica, que ha venido acompañando la jornada, servirá de testigo del cumplimiento del acuerdo. Al final, Gerardo le pidió a Gustavo Gatica que hablara en nombre de Pastoral Social y Cáritas. Este hizo un reconocimiento al triunfo obtenido gracias a la organización, insistió en el compromiso de la Iglesia Católica con la situación de la población migrante y recordó que todavía hay luchas importantes que dar, incluyendo la defensa de las trabajadoras domésticas y la modificación de la nefasta ley de migración.
Yo quisiera manifestar mi reconocimiento, primero, al valor de la gente que salió a reivindicar sus derechos humanos, su dignidad como personas y a la Confederación Solidaridad por el excelente trabajo de organización que realizan y al incansable padre Mateo.
Creo que este triunfo debería servir para relanzar la lucha para derogar la ley de migración y, más allá de ello, para formular una propuesta a los futuros ministros de Educación, Vivienda y al futuro presidente de la CCSS para acabar con la discriminación que sufre la población migrante en el acceso a estos servicios básicos y en la línea de avanzar hacia una sociedad incluyente en la diversidad.
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