mayo 24, 2006

Disolvencia 2 (por Guillermo Acuña)

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Toma 1. El niño indígena entreabre sus ojos mientras el sonido extraño de las hélices del helicóptero anuncian que está a punto de despegar. Su madre, dolor en pecho y lucha en sus pies, no le separa ni un segundo la mirada. Esta vez, el helicóptero fue abastecido con las últimas gotas de gasolina provenientes de un presupuesto exiguo que se preocupa más por las fanfarrias financieras y comerciales y menos por los seres humanos. ¿En que será reutilizado dicho presupuesto?

Toma 2. Esa mañana los close up a las figuras abundaron: el Príncipe, la primera dama, el presidente….el presidente…de nuevo el Príncipe….los sombreros rosa…. Los copetes….de nuevo el príncipe. Esa mañana, la cámara hizo un extraño movimiento para saltarse, a propósito, la figura que, género y etnia a cuestas, también era parte de la fiesta.

Repasemos de nuevo: el Príncipe, la primera dama, el presidente….el presidente… de nuevo el Príncipe….los sombreros rosa…. Los copetes….de nuevo el príncipe. ¿y ella? ¿Mujer indígena igualmente investida con el premio nobel tan trascendente como el que más?¿que pasa?¿No era atractiva para las cámaras?.

Toma 3. ¿Será que no son atractivos seres humanos de carne y hueso, luchadores incansables, con hambres, necesidades y exclusiones?¿será que el helicóptero salvavidas de las poblaciones pobres e indígenas de nuestros territorios donde el avioneta set y el glamour no llegan, cesará sus vuelos?¿será que ese presupuesto servirá más para fortalecer a los guardianes fronterizos que a la primera orden se abalanzarán sobre todo aquello que se mueva, como en el video juego?.

Toma 4. El helicóptero llego a su destino y el niño indígena dibuja una tierna sonrisa. Un primer plano en su rostro así lo delata; del otro lado, seguimos buscando el acercamiento que nos muestre que ella, la eterna premio nobel, dejó de ser la convidada de piedra en la fiesta de todos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

que pedo